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LUZ: El Bambú de la Suerte se desarrolla mejor con niveles moderados de luz indirecta. La luz directa (como el borde de una ventana soleada) es muy fuerte para él. El Bambú de la Suerte tolera mejor poca luz que mucha luz. Hasta se pueden dejar en habitaciones sin luz natural; solamente muévalo a un lugar más luminoso (pero no al sol directo) por 3 o 4 días cada algunas semanas.
AGUA: El Bambú de la Suerte crece muy bien en agua pero no le gustan los químicos (cloro y flúor por nombrar dos) presentes en el agua corriente. Agua de lluvia o filtrada mantendrán a su Lucky Bamboo saludable por más tiempo. Si no tiene sistema de filtración de agua, adelántese y ponga agua corriente en un contenedor el día anterior a regar o cambiar el agua del Bambú, dejándola descubierta por lo menos una noche o por 24 horas para que los químicos se dispersen.
Cuide el nivel de agua en su Bambú de la Suerte y agregue un poco de más cuando el nivel baje a la mitad; la frecuencia dependerá del tamaño de su arreglo y de la humedad de su hogar. Cada semana, renueve el agua del contenedor.
NUTRIENTES: usualmente crece felizmente por años solo en agua pura, pero eventualmente necesitará algo de alimento. Si su planta se vuelve delgada y pálida después de un tiempo, pruebe moviéndola un poco más cerca de una fuente de luz y agregue fertilizante muy diluido. Si se pone amarillo pocos días después de fertilizar quiere decir que se sobre fertilizó; cambie el agua inmediatamente y no fertilice por unos meses.
¡No fertilice cada vez que cambia el agua! Cada 2 meses o más es suficiente. Las plantas cultivadas en agua no necesitan fertilización tan frecuente como las de sustrato, y fertilizarlas demasiado o muy frecuentemente es más peligroso que no fertilizarlas lo suficiente. El Lucky Bamboo es una planta que crece muy lentamente naturalmente, por lo tanto no asuma que necesita fertilizante solo porque no parece estar creciendo.
